Cría de caballos

Descubre las consideraciones esenciales para comenzar a criar caballos con éxito: consejos prácticos sobre cuidados, alimentación y manejo de caballos, garantizando un inicio exitoso en esta apasionante aventura equina. Aprende todo lo que necesitas saber para asegurar el bienestar de tus caballos y establecer una crianza responsable y gratificante.

Los caballos han estado ligados a la historia del ser humano desde hace varios siglos y su presencia ha marcado en gran medida la evolución de las civilizaciones. El caballo ha sido un aliado tanto como medio de transporte, arma de guerra, trabajador en las tareas agrícolas, etc. Hasta el S. XX era insustituible en algunos ámbitos, pero con la invención del tren, coche y otros medios de transportes mecánicos su uso quedó relegado al ámbito deportivo y al recreativo, salvo aquellos caballos que aún siguen trabajando con el ganado de forma minoritaria.

La mayoría de los estudios históricos sitúan la domesticación del caballo hace 4.200 años, en las estepas del mar negro, actualmente en Rusia, donde se ha encontrado ADN de caballos con signos de domesticación emparentados con los caballos actuales. Esta especie de caballos se desarrolló rápidamente y se extendió por Asia y Europa, posiblemente por su facilidad para ser criado en cautividad.

Por tanto, la relación entre el ser humano y el caballo siempre ha estado vinculada a la ganadería. Había que criar caballos para usarlos como medio de transporte y trabajo.

A partir del siglo XX la ganadería equina disminuye notablemente y queda relegada exclusivamente al ocio y al deporte. Hasta ese momento uno de los grandes criadores había sido el ejército, y en España hasta el siglo XXI la gestión de los libros de registro genealógico de las diversas razas reconocidas era realizada por el ministerio de defensa. A partir de 2007 la gestión de los libros genealógicos pasa a manos de asociaciones privadas, pero Yeguada militar sigue siendo un importante reservorio genético para las razas reconocidas en España como Pura raza español, pura raza árabe, Angloárabe, Hispanoárabe, CDE, etc.

Actualmente los la mayoría de los ganaderos crían caballos con fines deportivos, de belleza o de ocio. El caballo se ha convertido en un articulo de lujo que se mantienen por gusto personal.

Espíritu ganadero

Ser ganadero no es fácil. Requiere un esfuerzo tanto en tiempo como en inversión y no siempre los resultados son acordes a lo esperado. Lo primero que tiene que tener el ganadero es una idea muy clara del tipo de caballo que quiere criar, así como la finalidad de los ejemplares. También tiene que tener un conocimiento profundo de las necesidades del caballo en las diferentes etapas de su vida, de sus cuidados y alimentación y de genética para elegir a los progenitores.

No es lo mismo criar caballos de deporte que caballos de concurso morfológico. El ganadero tiene que asumir que no todos los potros que nazcan van a ser de una calidad determinada, sobre todo en los primeros años, en los que habrá más descartes y tendrá que ser muy exigente con las yeguas y caballos que conserva para seguir criando. Solamente el espíritu crítico permite al ganadero afinar en la selección y conseguir resultados en su proyecto de cría.

También es muy importante el testaje de los padres a nivel funcional y como caballos de silla, pues en última instancia, el caballo siempre ha de domarse, por lo que la opinión del jinete y sus sensaciones sirven para seleccionar caballos con buen carácter y aptitud para ser domados fácilmente.

Necesidades del ganadero

Dependiendo del número de ejemplares de la ganadería las necesidades de espacio e instalaciones son variables. Las ganaderías de gran tamaño precisan fincas grandes con instalaciones amplias, costosas de mantener, que exigen mucho personal. Hay otro modelo de ganadero que tiene pocas yeguas, en general de gran calidad, y elige los sementales de forma cuidadosa.

Este tipo de ganaderías más familiares ha proliferado en los últimos tiempos gracias a los avances en el terreno de la reproducción, como la inseminación artificial y la transferencia de embriones, que permiten inseminar a las yeguas sin traslados innecesarios, abren el abanico de posibilidades de usar semen refrigerado o congelado de caballos de diversas procedencias incluso países. En estos casos el ganadero debe contar con un veterinario de confianza que además de llevar el plan sanitario de la ganadería (vacunas, desparasitaciones y tratamientos) lleve el control de los aspectos reproductivos.

Independientemente del numero de cabezas, el ganadero no debe olvidar que los potros necesitan espacio para desarrollarse correctamente, y ese espacio debe estar dividido en cuarteles para poder separar potros por sexos y por edad. El espacio donde criemos debe garantizar el bienestar de los caballos, con zonas de refugio, agua abundante, pasto, etc. Asegúrate de tener suficiente espacio y pastizales adecuados para mantener caballos. Los caballos necesitan espacio para moverse, pastar y ejercitarse. Un entorno seguro y espacioso es esencial para su bienestar.

También es importante que conozca la legislación sobre identificación equina e inscripción de ejemplares en el libro genealógico correspondiente, que garantice su filiación y otorgue más valor al ejemplar.

La valoración económica de cada potro es un aspecto muy importante si el ganadero quiere que su actividad sea rentable. Para valorar su precio debemos considerar la inversión en instalaciones, el valor de la yegua madre, su alimentación y cuidados durante gestación y lactancia, el importe de la cubrición y tratamientos, la alimentación y cuidados del potro, y en caso de venderlo a partir de los tres años, los gastos derivados de su doma. También hay que valorar el trabajo del ganadero y su inversión en tiempo y conocimiento.

Criar caballos puede ser costoso. Ten en cuenta, como hemos dicho anteriormente, los gastos asociados con la alimentación, atención veterinaria, instalaciones, equipo, entrenamiento y cualquier otro cuidado necesario. Asegúrate de contar con un presupuesto adecuado y una planificación financiera sólida.

Alimentación en la ganadería:

Es uno de los aspectos fundamentales para el ganadero, porque una alimentación correcta es casi tan importante como la selección genética. Para tener madres sanas y potros en buen estado, el ganadero debe cuidar la dieta de sus caballos, adecuarla al tipo de caballos que cría y a la tipología del terreno y sus recursos. Por lo tanto, aquí tienes algunos aspectos clave a tener en cuenta en la dieta de un caballo:

  1. Forraje de calidad: Los caballos son animales herbívoros y su dieta principal debe consistir en forraje de buena calidad, como heno o pasto. El forraje proporciona fibra esencial para el sistema digestivo del caballo y ayuda a mantener una función gastrointestinal saludable.
  2. Agua fresca y limpia: Los caballos necesitan acceso constante a agua limpia y fresca. El agua es vital para la digestión, la regulación de la temperatura corporal y el funcionamiento general del organismo. Asegúrate de que el caballo tenga acceso a agua en todo momento.
  3. Concentrado equilibrado: Además del forraje, algunos caballos pueden necesitar un concentrado equilibrado, como un pienso o grano, para satisfacer sus necesidades nutricionales específicas.
  4. Alimentación regular: Los caballos deben recibir alimentos en horarios regulares. Se recomienda dividir la alimentación en varias comidas pequeñas a lo largo del día para imitar su patrón de alimentación natural. Evita darles grandes cantidades de comida de una sola vez.
  5. Evitar cambios bruscos en la dieta: Los caballos tienen un sistema digestivo sensible, por lo que es importante realizar cambios en la dieta de forma gradual. Introduce nuevos alimentos lentamente para permitir que el sistema digestivo del caballo se adapte sin problemas.
  6. Suplementos nutricionales: En algunos casos, se pueden requerir suplementos nutricionales para cubrir deficiencias específicas en la dieta del caballo. Sin embargo, siempre es recomendable consultar con un profesional equino antes de administrar cualquier suplemento.
  7. Monitoreo del peso corporal: Es importante vigilar el peso corporal de un caballo para asegurarse de que se mantenga en un rango saludable. Un aumento o pérdida de peso significativo puede indicar problemas de salud o una dieta inadecuada.
  8. Control de la cantidad de comida: La cantidad de alimento que se proporciona a un caballo debe ser adecuada para su tamaño, nivel de actividad y estado de salud. Tanto la sobrealimentación como la subalimentación pueden tener consecuencias negativas para la salud del caballo.
  9. Consideraciones especiales: Algunos caballos pueden tener necesidades dietéticas especiales debido a condiciones médicas, como alergias, problemas dentales o trastornos metabólicos. Por ejemplo, el pienso de engorde para caballos se utiliza para proporcionar una alimentación adicional y concentrada a aquellos caballos que necesitan aumentar su peso corporal o mejorar su condición física. Este tipo de pienso está formulado específicamente para proporcionar una mayor cantidad de calorías, proteínas y grasas, con el objetivo de promover el aumento de peso y la construcción de masa muscular.

Somos los que comemos, los caballos también son lo que comen. Por esto, en el siguiente artículo te explicamos más detalladamente los conceptos básicos de la alimentación equina, teniendo en cuenta algunos factores como son las actividades que realizan y la edad.

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